Nelson De Los Santos (*)
En enero de este
año el poder ejecutivo promulgó la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo. Es
un hito en la vida institucional y
política del país, por cuanto es el
primer documento, con fuerza de ley, que contiene a la vez que un análisis crítico
de la sociedad dominicana, un Plan Nacional de Desarrollo a 20 años, con una visión común, objetivos y estrategias que, de aplicarse, nos llevaría por un proceso de transformación estructural sostenida, estableciendo
claramente las metas especificas cualitativas y cuantitativas a ser alcanzadas
en las próximas dos décadas.
Si bien la ley contempla un Sistema de Seguimiento como forma de
garantizar la continuidad que cada gobierno deberá darle a la Estrategia
durante su mandato, lamentablemente
debemos reconocer que como ley, esta adolece de una debilidad importante: no establece mecanismos
de sanción claros para los gobiernos o funcionarios que la violen o no sigan
sus dictados. De manera, que esto deja
su ejecución a merced de la voluntad
política de los gobiernos por venir. De ahí la importancia del nuevo gobierno
que habrá de surgir de las elecciones presidenciales convocadas para este año.
Danilo Medina, entre los que corren en la contienda electoral de mayo próximo, es el
candidato que está en mejores condiciones
de poner en vigencia los postulados de la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Tiene el consenso, tiene la visión, la capacidad y sobre todo la determinación
expresa de encabezar un proceso nacional
de transformación estructural en armonía y paz, que salde la deuda social acumulada que tiene la clase política con el pueblo pobre y
la clase media dominicana y se echen la bases para el desarrollo de nuestras
fuerzas productivas.
Esta Ley de Estrategia
Nacional de Desarrollo, junto a la nueva Constitución de la Republica del 2010,
ambas consensuadas con casi todos los sectores y partidos de la vida nacional,
colocan a Leonel Fernández como el presidente que más ha contribuido hasta
ahora con la construcción de una visión de país a largo plazo; pero Danilo
Medina es el único que está en condiciones de recibir la antorcha de Leonel Fernández.
Se ha preparado para esto durante años, no sólo gracias a su amplia práctica de gobierno, sino que además
ha tenido la sabiduría de someter esta práctica a una fuerte reflexión y en
contacto permanente con los más diversos sectores de la vida nacional se ha
forjado junto a sus más cercanos colaboradores un nuevo proyecto de nación.
Danilo es
Continuidad y cambio, continuidad del progreso acumulado de los gobiernos de
Leonel, pero al mismo tiempo el cambio de énfasis de las políticas públicas
para afrontar las transformaciones estructurales de un modelo que genera
riqueza, pero con poco bienestar para las mayorías. Por ello Danilo constituye
la garantía de que los postulados de la nueva Constitución de la Republica y la
nueva Estrategia Nacional de Desarrollo no sean letra muerta y se conviertan en
verdaderos instrumentos de gestión democrática al servicio del desarrollo
económico y el bienestar social de los dominicanos. Es por eso que Danilo
representa El Cambio Seguro. (*)Sociólogo
y mercadólogo.
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